jueves, 3 de marzo de 2016

¿FUE LA VEGA, CUNA DE LA PRODUCCION DE AZUCARERA AMERICANA.

¿FUE LA VEGA, CUNA DE LA PRODUCCION DE AZUCARERA AMERICANA.
Ponencia presentada en el Congreso conmemorativo de los 500 años  de la fundación de la Concepción de La Vega, Museo Nacional de Historia y Geografía. Santo Domingo, 8 de diciembre de 1994
Emilio Cordero Michel
Miembro Correspondiente de la Academia Dominicana de la Historia, Revista CLIO. 1994. Núm. 151-04 pps. 91 y más.

Aunque  fue  en la Concepción de La Vega donde, a  inicios del siglo XVI, se  procesó la caña de azúcar por primera vez en el nuevo mundo, esta producción  fracasó porque no existían las condiciones materiales fundamentales que permitieran el desarrollo de la industria azucarera.

Es de todos conocidos que la caña de azúcar se domesticó en la India y  China 800 A.C .,  y que  los Árabes , a partir del  año 640  A.C., la  difundieron por el Medio Oriente, el norte de  África ,las islas mediterráneas, el levante y la costa granadina de España. A partir de 1430, los portugueses la introdujeron en las  Islas Madeira, Azores y  de Cabo Verde y, en 1484, los españoles la llevaron a las Islas Canarias.
Cristóbal  Colon  conoció  el azúcar cuando en 1478, la  transportó desde Madeira a Génova para el comerciante  Spinola. Luego se familiarizó con la  gramínea  porque la madre de su primera esposa, Felipa Muñiz de Perestrello, hija de Bartolomé de Perestrello, primer  gobernador de Porto Santo, dependencia de Madeira, tenía un ingenio azucarero (Noel Deer. The history of sugar, vol. I London Chapman & Hall 1949.pp116).  Cuando Colón realiza el preparativo del Segundo viaje, los  reyes católicos  expidieron una  Real  Cédula, en Barcelona, el 23 de  mayo de 1493, ordenándole que trajera, entre otras semillas, la de caña de azúcar, (Francisco López de Gómera. Historia General de las Indias.  Primera Parte Barcelona. Editorial Iberia, 1965. P.42). y veinte labradores a sueldo y otro que supiera construir acequias de riego para que ejercieran  sus oficios y cultivaran cereales, frutales y caña de  azúcar en el asentamiento que se llamaría  La Isabela. (Vicente Rubio, compilador. Cedulario de Santo Domingo 1497-1500. Vol. I inédito. Museo  de la Casas Reales, Santo Domingo, véase también  a Martín Fernández de Navarrete. Colección  de los viajes y descubrimientos.vol. I. Madrid Ediciones Atlas p. 321 (Biblioteca de Autores Españoles).

LA CANA DE AZUCAR EN LA ISABELA.
En cumplimiento de esas instrucciones reales, el  13 de  octubre de 1493,  Colón cargó en Gomera, una de las Islas Canarias, esquejes de caña de azúcar que sembró en La Isabela a partir  del 7 de diciembre. El 30 de enero de 1494, el almirante envió a Fernando e Isabel un memorial con Antonio de Torres en  el que les informo que  “las cañas de azúcar que se pusieron han prendido” (Cristóbal Colón. Relaciones y Cartas. Madrid. Librería de la Vda. de Hernando & Cía., 1892 p. 205. Biblioteca  Clásica, vol. CLXIV.). El  hijo del almirante, Hernando, señaló que la caña de azúcar germinaba en siete días (Hernando Colón. Vida del Almirante don Cristóbal Colon. México. Fondo de Cultura Económica, 1947 p. 16. Biblioteca Americana. Serie cronistas de Indias)
Por su parte Pedro Mártir de Anglería, exagerando un poco, dijo que “ en cuestión de más de dos semanas, las estacas crecieron alrededor de veintidós  pulgadas” (Pedro Mártir de Anglería. Décadas del Nuevo Mundo. Tomo I, Década I, capítulo II, citado por Frank Moya Pons. La Española en el siglo XVI (1493-1520), Santiago Universidad Católica Madre y Maestra, 1971,  p.258). Continuando su abultamiento agrego “La caña  que produce el azúcar tiene en esta isla mayor desarrollo que  en parte alguna, pues a los que dicen, se crían tan gruesa como un brazo y exceden en alto la estatura y media de  un hombre. Aún  más,  en Valencia de España, donde  desde muy antiguo  se extrae  gran cantidad de  azúcar, o  dondequiera que la cana se cultiva, echa  ésta  cinco o seis tallos, o cuando más 7, pues bien, este número es en la Española de 20 y ,  en ocasiones 30.  (Pedro Mártir de Anglería. Décadas del Nuevo Mundo. Tomo I, Década IV. México. José Porguá e Hijos 1964.p 435)
 Con condiciones agroecológicas favorable, el cultivo de la caña de azúcar debió  haber prosperado en La Isabela, pero no ocurrió así. El interés de Colón y de la corona, más que producir artículos agrícolas se centró  en la explotación de los yacimientos de oro que podían enriquecerlos rápidamente y con pocos esfuerzos. Aunque la monarquía española requería con urgencia oro para continuar en África su  “ guerra santa contra el moro infiel”, los altos precios alcanzados por el dulce en los mercados europeos la impulsó a promulgar dos Reales Cédulas para fomentar la producción de azúcar. La primera de ellas, fechada en Burgos, el 23 de abril de 1497, instruyó a Colón a poblar la isla y asentar labradores y hortelanos que cultivaran la caña de azúcar y fomentaran la crianza de ganado (Archivo General de Indias (AGI) Patronato II-N 1 ramos 3 en Fernando de Navarrete Op. Pp409-410). La segunda,  de Medina del Campo, de 22 de julio de  1497, ordenó al Almirante a “dar  e señalar en la  dicha Isla, tierra en que ellos  los colonos-ECM, pudieran sembrar par  e otras semillas, e plantar huertos, e algodonales e viñas e árboles e cañaverales de azúcar e otras plantas, e   fecer e edificar casas e molinos e ingenios para  el dicho azúcar. Estas tierras a repartir estarían exentas  del pago de  todo tipo de impuestos y serían  inembargables.(AGI-Patronato-Ext.1 Caj.la –leg. 4/11 Colección de documentos Inéditos de Indias (CODOIN) Serie 1, Vol. XXXV. P 175).
A pesar de estos incentivos ofrecidos por la corona, en La Isabela no prosperó la caña de azúcar ni ningún otro cultivo por varias razones: 1) porque los colonos desconocían las técnicas para producir azúcar, hecho que señaló Pedro Mártir al afirmar que  “el jugo de la caña no cuajaba. En verdad, no es que no cristalizase el guarapo, sino que los expedicionarios no sabían cómo hacerlo (Justo L. del Río. Los  inicios de la agricultura europea en el Nuevo Mundo (1493-1542). Sevilla. Gráficas de Guadalquivir, 1991, p 304). 2do. Lugar, porque  con  las  terribles hambrunas que pasaron los españoles, es  casi seguro que se comieron todas las plantas, incluyendo los tallos de a caña. 3er lugar. Por último, nadie quería trabajar la tierra: todo estaban cegados por la fiebre del oro; la corona,  Colón y los colonos, fiebre que aumentó cuando Roldán logró que se repartieran  tierras y aborígenes para emplear esa mano de obra gratuita  no tanto en faenas agrícolas, sino en la extracción y lavado de oro para beneficio  propio.
La producción  azucarera tendría que esperar otra oportunidad, igualmente fallida en la Concepción de La Vega Real

LA CAÑA DE AZUCAR EN LA VEGA REAL
La reintroducción de la Caña de azúcar en La Española  y su siembra en La Vega es confusa y contradictoria. Dos cronistas que vivieron en la isla. Las Casas y Fernández de Oviedo, ofrecieron informaciones diferentes que, otros que le siguieron, reprodujeron  para aumentar, más aún, la confusión. Las Casas, residente en La Vega para la época y testigo ocular, señaló que  fue Aguilón (Su verdadero nombre era Alonzo Gutiérrez de Aguillón, oriundo de Zaragoza. Fue encomendado en La Vega y en Azua. – Pete Boyd Bowman. Índice geobiográfico de cuarenta mil poblados de América en el siglo XVI (1493-1519). Tomo I. Bogotá. Instituto Caro y Cuervo 1964. Pág. 163). En el año de 1514, siendo vecino de Azua, se le encomendaron 36 aborígenes con el cacique Alcobaza. (E. Rodríguez Demorizi. Los dominicanos y las encomiendas de indios en La Española. Santo Domingo. Editora El Caribe, 1971. Pág.179). para esa época se había aliado a Hernando de Gorjón en una empresa que construyó un trapiche en Azua. En 1518 pidió merced para que los vecinos de Azua no fueran obligados a buscar oro por un lapso de 10 años y se le permitiera dedicarse atrás granjería  como cañafístula y cañaverales d azúcar. En 1519, recién llegado a la isla el licenciado Rodrigo de Figueroa, favoreció a empresarios e inversionistas como Alonzo Gutiérrez de Aguillón con préstamos de dinero, donaciones de tierras y libertades en cumplimiento  a la Real Cédula de Zaragoza del 9 de diciembre de 1518. (AGI-Justicia) 45 . En Justo I, del Río. Op. Cit. P.311), en 1505 o 1506 (Bartolomé de Las Casas. Historia de las Indias. Vol. III. Libro III. Cap. CXXXIX, México. Fondo de Cultura Económica, 1995.p 273. Biblioteca Americana. Seria Crónicas de Indias) Herrera, quien nunca estuvo en América y escribió en 1600, indicó lo mismo, agregando que Aguillón trajo semillas de caña y las sembró en La Vega, que eran fertilísima, llena de ríos y felicidad. (Antonio Herrera. Historia general de los hechos de los castellanos en las islas y tierra firme. Tomo IV. Décadas II. Libro III. Cap. XIV. Madrid. 1936. P. 274). Deer compartió la opinión de Las Casas (Deer. Op. Cit. P 117).
Fernández  de Oviedo, quien de 1533 a 1546 fue alcaide de la fortaleza y regidor del Ayuntamiento de Santo Domingo, afirmó que el primero que puso caña de azúcar en esta isla fue Pedro de Atienza (Pedro de Atienza era natural de Medina del Campo. En 1514 tenía en La Vega una encomienda de 82 aborígenes, encabezada por el cacique Cristóbal  del Marien. De 1514 a 1524, fecha esta última en la que falleció, fue regidor de dicha ciudad. (Boyd Bowman. Op. Cit. P.149 y Rodríguez Demorizi. Op.cit. p.92). En la ciudad de Concepción de La Vega…. es que todo el desarrollo posterior de la industria azucarera tuvo origen las cañas de azúcar de Pedro de Atienza. (Gonzalo Fernández de Oviedo. Historia general y natural  de las Indias. Vol. I. Lib IV. CAP. VIII. Madrid. Graficas ORBE, 1959.pp 106-107.Biblioteca de Autores Españoles). López de Gomera, quien  escribió en 1552, repitió a Oviedo. (López de Gómera. Op .cit. p. 62). En nuestros días, Ratekin mantuvo la tesis de que Atienza reintrodujo la caña de azúcar y la sembró en el rico llano de la Vega Real, cerca de la pujante villa y centro de fundición  de Concepción de La Vega. (Mervin Ratekin. The early sugar industry in Española. The Hispanic American Historical Review. Vol.  XXXIV, No. 1. The  Duke University Press, 1954, p.4. Acaba de salir traducido al español. Estudios Sociales, año XXVII,, No. 96. Santo Domingo, abril-junio de 1994. Pp. 69-95). Fernando Ortiz, cuando hizo una cronología de los primeros azucares  elaborados en América, indicó que Atienza plantó el cañaveral en el  1501 (Fernando Ortiz. “El primer ingenio azucarero que hubo en América. Revista Islas. Vol. IV. No 2 Universidad de Las Villas, Santa Clara, Cuba (enero-junio de 1962). P. 43 y Contrapunteo cubano del tabaco y el azúcar. 2ª ed. Universidad Central de Las Villas Clara, Cuba, 1963. P. 350
Hace 3 años, Justo L. Río justifico la opinión de Ortiz de que “la planta fue introducida en 1501, fecha en que Pedro de Atienza sembró el primer cañaveral con esquejes importados de Canarias.” (Justo L. del Rio. Op. cit. p. 305.)
Estas contradicciones referentes a los personajes y a las fechas en que fue reintroducida la semilla y sembrada en La Vega. Lo importante es que todos los autores citados, desde los cronistas del siglo XVI hasta los investigadores  de los últimos 40 años, coinciden en que fue  en el valle de la Vega Real donde se plantaron y cultivaron cañaverales que se daba hermosos. Crecían las cañas lozanas, que Mártir aseveró “Cuánta sea la fertilidad de este valle y cuánta la benignidad del terreno, ´podrás colegirlo de lo que dicen los propios expedicionarios. Raíces de las cañas, produjeron dentro de los quince días cañas  de  a codo. (Pedro Mártir Op. cit. Década l. Libro 111 p. 130)

LA PRODUCCIÓN DE AZÚCAR EN LA VEGA REAL
Si hay contradicciones con relación a quién y cuándo plantó cañaverales en La Vega, igualmente las hay y con mayor confusión- respecto al colono y fecha de la producción de las primeras mieles y dulces. Las Casas afirmó que "un vecino de la Vega llamado Aguilón, fue el que primeramente hizo azúcar en estas Indias, con ciertos instrumentos de madera con que exprimía el zumo de las cañas, y aunque no bien  hecha por no tener buen aparejo, pero todavía verdadera y cuasi buen azúcar. Sería esto por el año de 1505 ó 1506; (...) y el primero fue que de ella  hizo  alfeñiques y yo lo vi."(Las Casas. Op. cit. vol. 111. pp. 273-274)  (Los ciertos instrumentos para extraer el guarapo era la cunyaya india, instrumento usado para sacar el zumo de la yuca, de la que trataré más adelante. El alfeñique que el padre dominico vio hacer a Aguilón era una pasta de guarapo cocido, o melado, estirado en barras muy delgadas y alargadas. Alfeñique es palabra derivada del árabe alfanid, que significa dulce; equivalía a nuestra "canquiña", cibaeñismo con el que se designa un largo caramelo hecho de melado con forma cilíndrica).
González de Oviedo, por el contrario, sin ser testigo presencial, señaló que "inquiriendo, he hallado que dicen algunos hombres de crédito e viejos, que hoy viven en esta ciudad (Santo Domingo ECM)n afirman (...) que el alcaide de La Vega, Miguel Ballester, natural de Cataluña, fue el primero que hizo azúcar, (. . .) dicen que lo que hizo fue muy poco". (Fernández de Oviedo. Op. Cir. Pág. 106. Miguel Ballester era natural  de Terragona. Arribó  a la villa cibaeña  e 1494 y en 1498 se desempeñaba como alcaide de la Fortaleza de la Concepción  de La Vega Real. Fue hombre de alguna importancia, viejo muy respetable, lleno de canas, que tuvo fielmente al lado de Colón durante la Rebelión de Roldan. Se negó a  que el rebelde entrara a la fortaleza de la era alcaide. Salvo la vida  al adelantado Bartolomé Colón guareciéndolo en su recinto militar; sirvió de mediador entre el Almirante y Roldán; participó en las llamadas “Capitulaciones de Azua”, firmada entre ambos contendientes  en 1499 y fue enviado ante  los reyes católicos como procurador, para que le informara  todo los relacionados con la rebelión  roldanista. (Las Casas. Op.cit. vol.I, pp 429, 452,453, vol. III, pp. 70-74 y ss. 97,100, 103). En 1514 era vecino d la villa de La Buenaventura y tenía 63 indios encomendados, dirigidos por los caciques Adrián y Francisco Mejías.( Rodríguez Demorizi Op. Cit. Pp 184,187, 190). En 1523 acompañó a Francisco de Garay, entonces gobernador de Jamaica, en la frustrada expedición de América Central (Deer. Op.cit. nota  en p. 118).( Por sus destacado papel como expedicionario y conquistador, Juan de Castellanos de dedico dos estrofas de sus poemas. Elegías de varones ilustres de Indias. Madrid. Talleres ORBE, 1944. Pp 77 -78. Biblioteca de Autores Españoles)
López Gomara también atribuyó a Ballester la primacía en la obtención de  caña de azúcar. Fernando  Ortiz, en dos citadas obras, dijo que en 1505 o un año antes,  fue Ballester o Angillón. Aurelio Tío, igualmente considero que fue Ballester.
CAUSAS DEL FRACASO DE LOS INTENTOS DE LA VEGA.
Para que en La Vega hubiera sido posible el progreso de la industria azucarera era necesario, como acabo de manifestar en el párrafo anterior, que se contara con ciertas condiciones objetivas que permitieran su fomento, tales como:
1ro. Capital para las inversiones. En La Vega no faltó una cierta acumulación originaria o formación de capital, de lo que careció fue de la decisión de los que la poseían para dedicarlo a ese riesgoso y desconocido negocio, ya que, por tener recelos, preferían orientarlos hacia otras actividades más fáciles  y rentables, la explotación de oro y el financiamiento de expediciones a las islas antillanas y Tierra Firme, donde esperaban encontrar metales preciosos y un rápido enriquecimiento.
2do.Tierra fértiles y llanas, son buenas lluvias o facilidades de riego, con abundantes bosques no lejanos que proporcionaran maderas de buena calidad para construir los molinos, carretas, implementos, edificaciones y leña como combustible para las salas de pailas durante las zafras (Manuel Moreno Fraganals. El  ingenio complejo económico social cubano del azúcar. Tomo I. La Habana. Editorial de Ciencia Sociales, 1868.pp 15-18). La tierra de La Vega, no obstante ser feraces, planas, y cubiertas de buenos bosques, no era muy favorables por la excesivas lluvias que no permitían una alta concentración de sacarosa en el guarapo por los menos hubiera hecho rentable la molienda de la caña
3ro. Ganado abundante. Para mover las carretas que tirasen las cañas,. Moviesen el trapiche, transportasen el azúcar a los puertos de embarque y alimentase a los trabajadores
4to. Instrumentos de producción materiales y humanos.  Materiales como molinos, edificaciones, pailas, espumaderas, tanques de  decantación, hormas, cajas,  bocoyes, carretas, arados, aperos de labranza, etc. Humanos , como  amplias dotaciones de indios encomenderos ( no disponibles por la violenta despoblación  aborigen  y porque los  repartidos estaban dedicados, fundamentalmente, a la explotación de oro) o de esclavos, bien  fueron  caribeños, lucayos o africanos, que no existían  en abundancia entre  los años 1505 y 1515. Estos dos elementos demandaban  una gran disponibilidad de capitales, ya que, según Oviedo, un  buen ingenio bien aviado exigía una inversión de 10,12.15 o más  miles de ducados, (Fernández de Oviedo,  op. Cit. Nota: 15,000 ducados representaban unos US$60,000.00 dólares que, convertido a pesos dominicanos, equivaldrían  a más de RD$12, 000,000.00 en 1994. Hoy en el 2012
5to. Buenas vías de comunicación y cercanía a los puertos. La unidad productiva debía estar ubicada en las cercanías de los lugares de embarque del azúcar y contar con buenos caminos que permitieran el tránsito de carretas. Este fue, a mi entender, el principal elemento que contribuyó a que La Vega fracasara la producción azucarera, no  en 1212 sino con posterioridad a esa fecha. La Vega, por  encontrarse enclavada casi en el centro de la isla,  rodeada de montañas y caudaloso ríos, como caminos intransitables gran parte del año y sin posibilidades  de utilizar el Río Camú, afluente  del Yuna, como vía acuática para acarrear productos  agrícolas de gran volumen hasta la bahía de Samaná. Enfrentó el problema vital de la producción azucarera: el transporte. Es  inconcebible que a  inicios del siglo XVI pudiera transportarse azúcar desde La Vega a Puerto Plata, en el norte, o a Santo Domingo, Haina, Palenque, Najayo u Ocoa, en  el sur, a lomo de bestias, vadeando a nada  grandes ríos, cabalgando por trillos enlodados y anegadas sabanas. Como podrá notarse, la falta de caminos entre La Vega y los puertos del Atlántico y el Caribe hizo imposible que se plantease producir y transportar azúcar desde La Vega a Puerto Plata, en el norte, o  a Santo Domingo, Haina, Palanque, Najayo u Ocoa, en el sur, a lomo de bestias, vadeando a nada grandes ríos, cabalgando por trillos enlodados y anegada sabanas.

Sobre  esta falta de transporte existe variada información documental. En 1505, por Real Cédula, los reyes católicos, instruyeron a Ovando que  “los caminos que dices que será bien adobar para   el puerto de la Plata sería  cosa provechosa  asedios adobar e todas las cosas de esta calidad

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